domingo, 6 de septiembre de 2009

¡Me conoció...!

...

Si hay un cielo para los caballistas (o un purgatorio), por allí andará Mariano López semblanteando pingos, charlando con dueños y jinetes, y levantando apuestas.

Cuentan que en una oportunidad, en algún lugar del Valle Medio, recibió apuestas a favor de uno y otro pingo. Las cantidades eran bastante importantes. Terminada la cuadrera, los ganadores buscaron inútilmente a Mariano, que para esto había puesto una prudente y extensa distancia entre su persona y el lugar de la competencia.

Pasó el tiempo. Al cabo como de dos años, parece ser que uno de los frustrados ganadores encontró al desaparecido en Villa Intranquila. Y ahí fue la cosa…

Cuando apareció Mariano en el bar, venía lleno de tierra, con los pelos revueltos, la ropa desacomodada y hasta algún machucón en la cara.

Alguien se animó a preguntarle qué le había pasado, y le explicó:

- Pero podés creer… después de tanto tiempo… ¡Me conoció el sinvergüenza!


Narrado por Dani Martínez

3 comentarios:

Germán dijo...

Ese Martìnez tiene que escribir un libro.Un abrazo.

Germán dijo...

Ese Martìnez tiene que escribir un libro.Un abrazo.

El Fuego Que Nos Quema dijo...

hoy conoci su nombre por medio de una nota publicada aqui en capital federal por el diario critica digital. Hace mencion de un libro que usted escribio "Ese ajeno sur". quisiera conseguir el libro y por aqui no lo encuentro por ahora. Me intereso mucho su opinion sobre el tema.