sábado, 30 de mayo de 2009

Regina y su Indio

En la foto, el Indio Comahue, estatua situada sobre Villa Regina.
...


A pedido de un lector, volvemos sobre el apodo “Regina”, mencionado en una de las primeras crónicas de Villa Intranquila. Esta vez con el acompañamiento de la foto que permite entender mejor el motivo de tal sobrenombre.

La foto indica la posición que ocupa la estatua del Indio sobre la barda en Villa Regina. Cuando localmente decimos “la barda”, nos referimos al borde escarpado de una terraza fluvial. El Indio había sido erigido con motivo de la primera Feria Exposición de Villa Regina, en 1964, y sin intención de que perdurara. Pero su autor, un constructor, hizo tan sólida la efigie (de nada menos que 12 metros de altura) que permaneció durante años en pie allá arriba. Paradojas de la argentinidad, en cuyo ámbito lo “definitivo” dura poco, mientras que lo "temporario" casi se eterniza. Bastará pensar en algunos impuestos nacidos en tiempos de don Federico Pinedo, allá por los años 30.

A la estatua se la denominaba “el indio Comahue”, transformando en nombre personal el término mapuche que se utilizaba para designar un otero, mirador u observatorio. En lo simbólico, tamaño homenaje a los pueblos originarios era toda una novedad. El término provenía de los gabinetes de planificación del estado nacional, donde se había dibujado una “región Comahue” más o menos equivalente a la Norpatagonia.

Hecho el explique previo, vayamos al apodo. En una dependencia pública de Viedma de cuyo nombre no quiero acordarme, trabajaba un señor M., al que se conocía como “el indio M”.

El Indio, hombre locuaz, abundaba en descripciones y detalles de las proezas amatorias que realizaba más de una vez por día con su señora esposa.

Los compañeros de trabajo no conocían a la señora. Tampoco sabían su nombre. Pero teniendo en cuenta los relatos eróticos del Indio, les pareció adecuado llamarla “Regina – porque siempre está con el Indio encima.”


...

No hay comentarios: