La señora había venido al pueblo con su marido. Él tenía que atender unos negocios de embarque de ovejas o venta de lanas, o algo así.
Llegaron a la mañana, y tomaron una habitación en el Hotel Comercio. Luego de refrescarse y sacarse un poco de encima la tierra del camino, se les hizo el mediodía y fueron a almorzar en el comedor del Hotel.
Instalados que estuvieron ante la mesa, el dueño del Hotel, Don Aroldo Albarracín, les presentó verbalmente el menú:
- Bueno para hoy tenemos puchero, milanesa con papas fritas o ensalada, churrasco, peseto al horno con papas…
La dama visitante miró al hotelero, y con el meñique levantado en su mano derecha, le señaló:
- Ay Aroldo, mejor a mí tráigame peseto. Porque de carne, en el campo ya estamos cansados…
(Aclaremos: este Albarracín había sido inscripto así: "Aroldo" sin h, por un juez de paz que había decidido prescindir de esa letra muda.)
(Narrado por Juan Antonio Albarracín)
ESTE ES UN BLOG ABANDONADO, PERO...
Hace 3 años
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