(En la imagen, la plaza Rivadavia, en el centro de la ciudad de Bahía Blanca.)
Hellmans y la relatividad de las estadísticas
Un jovenzuelo de Villa Intranquila se fue para Bahía Blanca en la década de 1960, con intención de estudiar en la Universidad.
Como la familia no podía sostenerlo allí, el muchacho buscó empleo. Y encontró una ocupación con horarios flexibles, que le permitía ganarse unos pesos con cierta comodidad: se contrató como encuestador. Por ese entonces aparecían nuevas marcas de artículos de consumo, y a las empresas les interesaba establecer si la gente identificaba sus productos.
A Lucho, tal el nombre de este muchacho, le tocó indagar acerca de las marcas de mayonesa. El primer día fue registrando cuidadosamente las respuestas de las amas de casa que lo atendían. Cuando regresó a la central de la empresa encuestadora, entregó muy ufano las planillas. En ellas podía apreciarse que en la mayoría de los hogares se consumía mayonesa “Gérman” (así había escrito él, al escuchar por primera vez la marca Hellmans).
- Se me rieron un buen rato, claro. De modo que al día siguiente traté de ser más prolijo y anoté: “Jel Man”.
Otra vez volvieron a reírse de él. Molesto, Lucho inventó una solución que salvó su orgullo, sacrificando la verdad estadística:
- Desde el tercer día en adelante, la mayor parte de los que encuesté aparecieron eligiendo la marca Fanacoa.
Un jovenzuelo de Villa Intranquila se fue para Bahía Blanca en la década de 1960, con intención de estudiar en la Universidad.
Como la familia no podía sostenerlo allí, el muchacho buscó empleo. Y encontró una ocupación con horarios flexibles, que le permitía ganarse unos pesos con cierta comodidad: se contrató como encuestador. Por ese entonces aparecían nuevas marcas de artículos de consumo, y a las empresas les interesaba establecer si la gente identificaba sus productos.
A Lucho, tal el nombre de este muchacho, le tocó indagar acerca de las marcas de mayonesa. El primer día fue registrando cuidadosamente las respuestas de las amas de casa que lo atendían. Cuando regresó a la central de la empresa encuestadora, entregó muy ufano las planillas. En ellas podía apreciarse que en la mayoría de los hogares se consumía mayonesa “Gérman” (así había escrito él, al escuchar por primera vez la marca Hellmans).
- Se me rieron un buen rato, claro. De modo que al día siguiente traté de ser más prolijo y anoté: “Jel Man”.
Otra vez volvieron a reírse de él. Molesto, Lucho inventó una solución que salvó su orgullo, sacrificando la verdad estadística:
- Desde el tercer día en adelante, la mayor parte de los que encuesté aparecieron eligiendo la marca Fanacoa.
(Narrado por L. Pinta al compilador.)
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